INVENTARIO
La violencia es el tipo de interacción entre sujetos que se
manifiesta en aquellas conductas o situaciones que, de forma deliberada,
aprendida o imitada,2
provocan o amenazan con hacer daño, mal o sometimiento grave
(físico, sexual, verbal o psicológico) a un individuo o a una colectividad,3
afectando a las personas violentadas de tal manera que sus potencialidades
presentes o futuras se vean afectadas.4
Según la OMS, "La violencia es
el uso intencional de la fuerza física, amenazas contra uno mismo, otra
persona, un grupo o una comunidad que tiene como consecuencia o es muy probable
que tenga como consecuencia un traumatismo, daños psicológicos, problemas de
desarrollo o la muerte"5.
Puede producirse a través
de acciones y lenguajes, pero también de silencios e inacciones, y es valorada
negativamente por la ética, la moral y el derecho,
que atribuyen generalmente al Estado el monopolio de la violencia. La violencia
puede ser de carácter ofensivo o defensivo (también se utilizan los conceptos
de violencia proactiva y violencia reactiva), habilitando en este último caso
figuras de justificación ética de la violencia, como la legítima defensa y el derecho de resistencia contra la opresión.67
Se trata de un concepto
complejo que admite diversas matizaciones y graduaciones según el punto de
vista desde el que se trate; en ese sentido, su aplicación a la realidad
depende en ocasiones de apreciaciones subjetivas.
La violencia es el uso inmoderado de la fuerza (física
o psicológica) por parte del violento o agresor para
lograr objetivos que van contra la voluntad del
violentado o víctima. Pero la violencia puede proyectarse no solo contra
personas, sino contra animales (crueldad hacia los animales), plantas,
objetos artísticos o religiosos (iconoclastia)
o no y entornos naturales o medioambientales (contaminación
ambiental). Puede incitarse con diversos estímulos y puede
manifestarse también de múltiples maneras asociada igualmente a los variados
procedimientos de la humillación, la amenaza, el rechazo, el acoso o las
agresiones verbales, emocionales, morales o físicas. La consecuencia puede ser
y es casi en todos los casos la lesión o destrucción en parte o en todo de un
ser o grupo humano, por un lado; de un animal o de una especie natural, por
otro; o de objetos, bienes y propiedades raramente propios y más frecuentemente
ajenos o comunes. Aparte de la violencia física, hay que mencionar también la
violencia emocional independiente o que la suele acompañar, según la índole de
la agresión. Es el daño en forma de desconfianza o miedo sobre el que se
construyen algunas relaciones interpersonales insanas y se halla en el origen
de problemas en las relaciones grupales bajo formas como la polarización,
el resentimiento, el odio, etcétera; algo que,
a su vez, ocultan, disimulan y potencian las redes
sociales en la tecnológica sociedad moderna.
Otro aspecto de la violencia para tener en cuenta
es que no necesariamente se trata de algo consumado y confirmado; la violencia
puede manifestarse también como una amenaza latente, sostenida y constante en
el tiempo, que causa, sin embargo, daños psicológicos severos en quienes la
padecen, así como repercusiones negativas sobre la sociedad.
Pues, en efecto, la violencia posee también un componente social.
En otro orden de cosas, cuando la violencia es la
expresión contingente de algún conflicto
social, puede darse de manera espontánea sin una planificación
previa minuciosa. La violencia puede además ser encubierta o abierta; estructural o individual.
Es un comportamiento deliberado,
que provoca, o puede provocar, daños físicos o psicológicos a otros seres, y se
asocia, aunque no necesariamente, con la agresión física, ya que
también puede ser psicológica, o maltrato emocional, la represión política o la intolerancia religiosa a través de amenazas,
ofensas o acciones. Algunas formas de violencia son sancionadas por la ley o
por la sociedad; otras son crímenes. Y distintas sociedades aplican también diversos
estándares de tolerancia y castigo de
la misma en cuanto a las formas de violencia que son o no son aceptadas.
El individuo violento se impone por la fuerza.
Existen varios tipos de violencia, incluyendo el abuso físico, el abuso psicológico y el abuso sexual.
Sus causas pueden variar, las cuales dependen de diferentes condiciones.
Se denomina estilización de la violencia a la
estetización que de la violencia se hace en distintas expresiones del arte, la cultura y
los medios de comunicación.
TIPOS
DE VIOLENCIA
Violencia interpersonal
Es la conducta de dominio o asertividad que
emplea la fuerza física (golpes, violación, tortura…), verbal o psicológica (injurias, doble vínculo, hostigamiento, acoso, estrés, gaslighting,
privación de derechos humanos y jurídicos o libertad, abuso de posición dominante…). Estos
comportamientos pueden ser conscientes o no. Esta categoría incluye la violencia de pareja, violencia en el noviazgo, violencia contra la mujer, violencia contra el varón, violencia doméstica contra el varón, violencia psicológica en la pareja,
la violencia doméstica, de género, de padres a hijos (y viceversa), así
como diferentes formas de adoctrinamiento;
las violencias externas son
las cometidas en el contexto laboral por parte de elementos externos a su
organización (clientes, usuarios, alumnos...). En efecto, parece ser que los
trabajos en que se trata con gente en forma directa suelen ser especialmente
duros psicológicamente y más expuestos a este tipo de violencia (sanidad, periodismo, enseñanza, policía...).
Violencia de Estado
Desde antiguo se constata la preferencia del mal menor sobre
el bien y la utopía para
gobernar, doctrina conocida como razón de Estado y sostenida desde El Príncipe de Maquiavelo.
Los Estados practican
discretamente o reivindican, según la célebre definición de Max Weber,
un «monopolio de la violencia legítima», para
ejecutar las decisiones judiciales, asegurar el orden público o,
en caso de guerra o
riesgo de guerra (se intenta entonces legitimarla con las doctrinas de la «guerra justa»).
Esta última puede degenerar en terrorismo de Estado u otras formas
de violencia más extremas como el genocidio.
El periodista Dan Rather dijo al respecto: "Si
matas a un hombre, te envían a la silla eléctrica; si matas a diez, te llaman
asesino en serie y ruedan una película; y si matas a cien mil, te invitan a
Ginebra, a negociar". Y Stalin: "La muerte de un hombre es una tragedia; la de
cien mil, una estadística". Véase banalidad del
mal.
Violencia criminal
El crimen espontáneo
u organizado, puede tener unas causas sociales y
económicas (anomia, pobreza,
exclusión social) o psicológicas (paranoia, esquizofrenia,
etc.). Se manifiesta en formas penalizadas por la ley como la violación y
el asesinato,
entre muchas otras. Esta forma de violencia constituye según algunos autores el
anverso de una violencia estática y/o simbólica. Sus causas identificadas son
el urbanismo,
los conflictos (violencia institucional, estructural, sistémica, patronal,
interpersonal…); la pobreza y las desigualdades.
Violencia política
Agrupa todos los actos violentos por parte del
Estado (véase antes violencia de Estado) o de sus súbditos contra él que sus
autores legitiman en nombre de un objetivo político (revolución, resistencia a la opresión, derecho a la insurrección, tiranicidio,
«causa justa», terrorismo...).
En su forma intelectual consiste en distintos tipos de mentira, propaganda y manipulación.
Ciertas formas de respuesta violenta pero proporcionadas (y de resistencia o
servicio al restablecimiento del Estado de
derecho), cuando otras soluciones no son ya posibles son
corrientemente admitidas por la moral, por el derecho y por la doctrina de
los derechos del hombre; en caso de legítima defensa, por ejemplo, o de estado de necesidad, o en caso de resistencia a la opresión de un tirano.
Violencia simbólica
Es la tesis de Pierre
Bourdieu, quien designa numerosas variedades de violencias: verbal
(eventual primera etapa antes de pasar al hecho); o invisible, institucional:
es también la violencia estructural (Johan Galtung)
cara a la cual los individuos parecen impotentes. Esta última designa numerosos
fenómenos diferentes que favorecen el dominio de
un grupo sobre otro y la estigmatización de pueblos, y puede
conducir hasta la creación de un chivo
expiatorio o "cabeza de turco". nana
Violencia económica
En derecho civil,
la violencia económica es un caso reciente de falta de consentimiento que
justifica anular los contratos cuya conclusión se fundó sobre esta falta. Es
admitida con ciertos límites por los tribunales. Y es en la actualidad
considerada por ciertos juristas como una nueva forma de violencia
tradicional9".
En Francia, la primera cámara civil del Tribunal de Casación, en una sentencia
del 3 de abril de 2002, y sobre el fundamento del artículo 1112 del Código
civil francés, ha juzgado así que «la explotación abusiva de una
situación de dependencia económica, hecha para aprovechar el temor del mal que
amenaza directamente a los intereses legítimos de la persona, puede viciar el
consentimiento de la violencia10 ».
Violencia psicológica y
patológica
Es cualquier acto u omisión que dañe la estabilidad
psicológica y puede consistir en: negligencia, abandono, descuido reiterado,
celotipia, insultos, humillaciones, devaluación, marginación, indiferencia,
infidelidad, comparaciones destructivas, rechazo, restricción a la
autodeterminación... Ciertos desórdenes mentales se acompañan de raptos de
violencia; en el ámbito sexual, por ejemplo, el sadismo.
En el psicoanálisis también puede manifestarse
como un tipo de represión aprendida patógena, esto es,
que origina enfermedades nerviosas o mentales. Sigmund Freud afirma
de hecho que una pulsión de muerte o tánatos se
opone destructivamente a un segundo principio vital que llama libido o eros. Pero Erich Fromm,
por otra parte, hablando sobre la pulsión de muerte en El miedo a la libertad (1941),
afirma que ese principio tiene un origen exterior o social:
El impulso de vida y el de
destrucción no son factores mutuamente independientes, sino que son
inversamente proporcionales. Cuanto más el impulso vital se ve frustrado, tanto
más fuerte resulta el que se dirige hacia la destrucción; cuando más plenamente
se realiza la vida, tanto menor es la fuerza de la destructividad. Esta es
"producto de la vida no vivida"11
Por otra parte, en Anatomía de la
destructividad humana (1973), llega a un compromiso en la controversia
entre los instintivas como Lorenz,
que declaran la destructividad del hombre herencia de sus antepasados animales,
y los conductistas como Skinner, para quien no hay rasgos humanos
innatos y todo se debe al condicionamiento social:
concede que existe un tipo de agresión humana que comparte con la animal, pero
de índole defensiva: destinado a garantizar su supervivencia,
mientras que la agresión maligna o destructiva, cuando el hombre mata sin
objetivo biológico ni social, es solo humana y no instintiva. Forma parte del
carácter humano: es una de las pasiones,
como el amor, la ambición y la codicia, tras lo cual hace un estudio clínico o
psicobiografía de Himmler, Stalin e Hitler.
En cuanto a la agresión humana, una de sus fuentes más importantes es
"el narcisismo colectivo... y sin embargo,
como todas las demás formas de agresión defensiva, es reacción a un ataque
contra intereses vitales. Difiere de otras formas de agresión defensiva en que
el narcisismo intenso
en sí es un fenómeno semipatológico".
El etólogo Konrad Lorenz,
por otra parte, en su obra Sobre la agresión (1963), demostró
que el origen genético de la agresividad humana provenía del comportamiento
observado en muchos animales cuando éstos defienden su territorio (territorialidad),
lo que le valió los ataques académicos de los aferrados a las doctrinas de lo
"políticamente correcto". La superpoblación hace
necesaria la defensa del espacio y la guerra,
mientras que la desertización hace inversamente necesaria
la cooperación y el comercio.
Se encontrado recientemente en la orina y en la
sangre de pacientes afectados por ciertas enfermedades mentales una toxina que
parece anormalmente producida por su organismo. Esta toxina (una bufotenina)
no ha sido encontrada en esas dosis más que en pacientes que presentan
trastornos psicológicos y también en pacientes no drogados y sin contacto con
anfibios, pero violentos.12
Se la encuentra en la orina o sangre de pacientes para todas las grandes
enfermedades psiquiátricas, hasta el punto de que se la ha propuesto como
indicador de diagnóstico.13
La toxina es idéntica a la que se encuentra entre las bufotoxinas (alucinógenos que provocan síntomas como una psicosis de tipo esquizofrenia) del veneno de numerosas especies de sapos. Pero se ignora aún si el mismo proceso está implicado en los dos casos14 y en determinar si esta molécula está en el origen de los trastornos mentales en el hombre,15 o si ella misma es un subproducto de otro proceso patológico. Unos indicios argumentan en todo caso en favor de ciertas similitudes entre la acción de la bufotoxina sobre el cerebro, y en particular sobre la degradación de la serotonina y unos procesos que intervienen en los desórdenes mentales.16
La toxina es idéntica a la que se encuentra entre las bufotoxinas (alucinógenos que provocan síntomas como una psicosis de tipo esquizofrenia) del veneno de numerosas especies de sapos. Pero se ignora aún si el mismo proceso está implicado en los dos casos14 y en determinar si esta molécula está en el origen de los trastornos mentales en el hombre,15 o si ella misma es un subproducto de otro proceso patológico. Unos indicios argumentan en todo caso en favor de ciertas similitudes entre la acción de la bufotoxina sobre el cerebro, y en particular sobre la degradación de la serotonina y unos procesos que intervienen en los desórdenes mentales.16
Violencia natural
Es la violencia de las fuerzas de la naturaleza;
de las tempestades, inundaciones, seísmos, incendios
forestales, tsunamis y otras catástrofes naturales. Es a veces la
violencia que el ser humano percibe del mundo animal (el instinto de caza, rituales de
dominación, etc). Para el filósofo Jean-François Malherbe, no
se podría propiamente hablar de violencia en este último caso:
Se dice que Grecia en
la Antigüedad consideraba que la cuestión de la violencia ("bia") no
se planteaba para los animales ("zôoi"), sino solamente en el dominio
de la vida humana ("bios"). Esto significa precisamente que la
cuestión de la violencia tiene que ver con la palabra propia de lo humano y
sugiere que los animales no son, propiamente hablando, violentos: sus
comportamientos obedecen simplemente a las leyes inexorables de la naturaleza.
La «violencia animal» no es pues más que una proyección antropomórfica sobre el
comportamiento animal
17
Estos son también por otra parte otros tipos de
violencia que tienen por característica la ausencia aparente de conciencia o
de voluntad.
También puede hablarse de un tipo de violencia que se ejerce contra el entorno
natural: la vida vegetal de los bosques, las especies animales, etc.
Ciberviolencia[editar]
Violencia que consiste en que una persona use la
violencia (física o verbal) para ridiculizar a alguno y haga un vídeo, una
publicación o cualquier otra forma de comunicación y la divulgue por Internet o
en sus redes sociales. El 7 % de los vídeos publicados por Youtube en
2010, esto es, 50.000, pertenecen a ciberviolencia. Y hay una escalada notable
en importancia de la popularidad de este agresivo y agresor fenómeno estimada
en un aumento de más del 57 %.
Violencia de género
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) define
la violencia contra la mujer como todo acto que cause “un daño físico, sexual o
psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o
la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública
como en la privada”. Esto es, violencia doméstica, asaltos o violaciones
sexuales, prostitución forzada, discriminación laboral,
el aborto selectivo
por sexo, violencia física y sexual contra personas que ejercen la prostitución, infanticidio en
base al género, feminicidio, castración parcial
o total, ablación de clítoris, tráfico de personas, violaciones sexuales en
guerras o situaciones de represión estatal, acoso y hostigamiento sexual —entre
ellos el sadismo y
el acoso callejero—,
patrones de acoso u hostigamiento en organizaciones masculinas, represión de
la sexualidad heterodoxa
y ataques homofóbicos y transfóbicos hacia
personas o grupos o su tolerancia, entre otras. La erradicación de la violencia
de género puede ser llevada a cabo bajo la transmisión de información y modelos
de vida. Las dependencias gubernamentales, el sector empresarial y los medios
de comunicación tienen un papel de suma importancia en esta acción así como la
constante participación de la sociedad.
Cultura de violencia
Es la que se ejerce sobre el individuo y la
colectividad heterodoxa por medio de una cultura ortodoxa acrítica,
autorizándola como una respuesta legítima a cualquier forma de conflicto moral,
social o político e imponiéndola por medio de una ideología, una religión, una
cultura, una moral, una conducta, una educación o simplemente un rol.
Según Johan Galtung crea un marco legitimador de
la violencia y se concreta en actitudes. Se divulga por medio de prejuicios y
se plasma en juguetes, narraciones, películas, dibujos animados, series de
televisión y deportes violentos (caza, toreo, boxeo...) o mediante el fomento y protección del coleccionismo
de armas o
la permisividad ante las mismas por parte de los estados (venta libre de armas
sin control en los Estados Unidos, uso de minas antipersonales y de armas de destrucción masiva, etc.) o de
las redes sociales de Internet (ciberviolencia).
La educación además interviene en autorizar o asumir unos roles o conductas
violentas u hostiles determinadas hacia animales, personas, razas o sexos.
Impregna la literatura generando incluso estructuras narrativas que se repiten
incesantemente en culturas como la occidental y dan lugar a lo que Walter Wink ha
llamado el "mito de la violencia redentora".18
La facilita el soslayamiento o evitación de conductas empáticas como
los modales o urbanidad. Otro aspecto de esta violencia es la creación
de posverdad o propaganda invisible
por medio de la manipulación, por parte de los medios de comunicación de masas,
del pensamiento colectivo, común o gregario, generando la llamada por Antonio
Gramsci hegemonía cultural. Este tipo de violencia
puede ser tácita o implícita, cuando se ejerce como persecución subliminal,
la censura implícita
o en forma de autocensura y autocontrol que se espera
generar en diferentes individuos sin que se pida abiertamente.
Violencia religiosa
Entre las creadas por el fenómeno denominado ideología,
es la que inspiran las distintas religiones o creencias exclusivistas contra
aquellos (casi siempre en proporción minoritaria) que no son de su fe o credo o
no comparten similares ritos, a causa de no haberse desarrollado en su sociedad
un grado suficiente de tolerancia humana
y social. Véase ortodoxia y heterodoxia.
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